Llegó La Navidad


Se durmió soñando que él también podía volar. Le despertó el director del banco al entrar en el cajero – Tiene que marcharse, vamos a abrir. Cogió sus cartones, salió a la calle y los echó al contenedor. La mañana bullía; al pasar por la puerta del bar, escuchó el canto monótono de los niños de San Ildefonso: “ ciento veinticincomil peseeetas”. Llegó caminando hasta el Hotel Plaza; aprovechó un descuido del portero y entró. Cruzó el hall. Se hizo el sordo, cuando le llamaron desde recepción mientras cogía el ascensor. Subió a la planta 20 y saltó. Mientras volaba, los niños cantaban el gordo. Llegó la navidad.

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